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viernes, 30 de noviembre de 2007

Régimen de la Colmena


Originalmente el resultado de la anexión de la República Popular China de las naciones asiáticas adyacentes luego de su “despertar” económico, el Régimen de la Colmena actuó inicialmente como un mega-estado hasta que las condiciones ambientales empezaron a interrumpir la gran industria manufacturera en la que se había convertido esta región.

Durante esta época de caos y necesidad, el mega-estado pasó por el mismo proceso de aislamiento por el que otros mega-estados pasaron; en este caso los líderes del buró político decidieron seguir el consejo de sus mentores anteriores y – aunque lenta y dolorosamente - adaptarse a las nuevas circunstancias.

Esta adaptación se llevó a cabo a través de la creación de una nueva corporación llamada “Colmenas Espaciales Inc.”, propiedad de los miembros del buró político del partido. Esta corporación tenía el monopolio sobre la explotación del espacio para fines industriales, creando satélites-colmenas donde la gran masa del pueblo de la región era transportada en inmensos cohetes para mantener funcionando la vital industria manufacturera de la región.

Una vez que la Tierra se hizo imposible de habitar y era más rentable lanzar un satélite nuevo que montar una fábrica en tierra firme, el buró político (ya emigrado a un satélite gubernamental hacía más de una década) decidió asumir la dirección y manejo directo de la Corporación, creando la primera Corponación de la historia de la humanidad, continuando su manufactura de casi todos los productos que la nueva humanidad espacial requiere para subsistir.

Ahora como la fábrica fundamental de la humanidad post-Terrestre, el Régimen asume su posición a través del Directorio, quienes toman decisiones tanto como pública como secretamente, a veces creando los escándalos que lentamente “renuevan” el liderazgo dentro del Directorio.

El ciudadano común del régimen trabaja en alguna de las colmenas como obrero, supervisor, gerente o técnico; cada colmena es evaluada como una unidad de negocios separada que busca permanentemente mejorar su ganancias y reducir sus costos, motivación que desarrollo la robótica al estado tal que creó las bases fundamentales bajo las cuales existen los Mekas actuales.

Dentro de una “colmena”, los jóvenes del régimen son – como en todas las Corponaciones – sujetos de entrenamiento y condicionamiento para los fines de la Corponación, siendo el único escape para ellos el importantísimo “Torneo de Robots”, una lucha de campeones que busca a los mejores pilotos de toda la colmena y los enfrenta en combates virtuales y reales (dependiendo del nivel del campeón). Los ganadores de estos combates usualmente suben a los altos rangos militares, entrando directamente a pilotar los Mekas más importantes de las fuerzas armadas de esta Corponación.

Esfera Energética



Creada por el grupo de países que al final de la época Terrestre de la Humanidad acumulaban la mayor cantidad de recursos energéticos remanentes; estos tuvieron – dentro del desorden endógeno inherente a esta organización - la visión de expandirse al espacio para explotar las nuevas fuentes energéticas renovables y no renovables del espacio exterior.
Tomando inicialmente tecnología de la Confederación y manufactura del Régimen, la Esfera desarrolló importantes proyectos de colectores solares y reactores de protones financiados con la inmensa fortuna que todavía obtenían de los recursos energéticos que todavía existían en el planeta.
Convirtiéndose entonces en el principal creador de energía en este nuevo mundo, la Esfera nació con un importante botín que proteger. Lo que inició con un chiste de colocar misiles en los robots de construcción y usar sus herramientas como armas de defensa de los piratas espaciales que atacaban los colectores solares para robar un poco de energía, eventualmente se convirtió en el primer desarrollo serio de lo que se convertiría en los Mekas armados del campo de batalla actual.
Dentro de la Esfera, la división entre la organización militar y la civil no existe, subir dentro de la escalera militar es igual que subir en la escalera obrera o política; es por esto que los grandes pilotos de los Mekas de la Esfera sean los más altos líderes políticos, los más relevantes obreros energéticos, o los militares más expertos de las campañas de defensa de la Corponación. Por esta razón se puede esperar cualquier cosa al enfrentarse con una escuadrón de la Esfera, desde un escuadrón liderado por un cobarde líder político que se escabulle al hacerse el primer disparo, hasta un experto de miles de batallas quien puede vencer un escuadrón completo del Régimen por sí mismo.
Regularmente perdidos en sus propios conflictos internos – usualmente violentos y públicos – las diferentes facciones se pelean incesantemente por su puesto en la Asamblea General, lugar donde se toman todas las decisiones de la Esfera, y cuyo Presidente funciona como Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Confederación Tecnocrática




Creada por los consorcios financieros y de desarrollo de nuevas tecnologías, la Confederación fue la última en dejar la Tierra. Buscando “arreglarla” a través de la tecnología, los líderes de la Confederación avanzaban dentro de la organización bajo una extraña mezcla de demostración de superioridad académica y uso político de sus investigadores y personal asignado a los proyectos que llevara eventualmente, creando así – luego de algunas décadas de avances tecnológicos y movimientos políticos encubiertos – a una verdadera Tecnocrácia.
Habiendo tomado a la Ciencia y a la Razón como sus nuevos Dioses, ya que los viejos los habían abandonado en la catástrofe en lo que se había convertido la Tierra, estos hombres y mujeres se han forjado a sí mismos como Nuevos Humanos. Asumiendo los roles de los Dioses de la antigüedad, incluso sus Colonias extra-Terrestres han tomado nombres de panteones míticos, como el Nórdico, el Griego o el Hindú. “Hubris” es una palabra que se escucha poco en los pasillos clínicamente limpios de las colonias de la Confederación, pero es algo que se vive todos los días cuando el ego de cientos de investigadores luchan no sólo por desarrollar su línea de investigación, sino también por literalmente defender su estatus dentro de una sociedad donde quien no publica no tiene poder.
Pero los Confederados no son simples científicos cuatro ojos que se quedan dentro de un laboratorio mezclando envases de pócimas humeantes. Ellos defienden activamente sus colonias y campamentos científicos en todo el Sistema Solar, siendo parte del avance de escalafón de un Científico el diseño, creación y mejoramiento del arsenal militar de la Confederación. Es por esta razón que las fuerzas militares de esta facción son las más irregulares de todas, pero con el equipo más avanzado y mortal que se puede conseguir en la humanidad post-Terrestre.
Careciendo inicialmente de la mano de obra necesaria para levantar los enormes proyectos ambientales Terrestres, es gracias a la Confederación que existen avances tecnológicos como el músculo de carbonita y el sistema de control neuro-asistido de los Mekas de la actualidad. Pero ya esta es tecnología del pasado y los Tecnócratas de la Confederación han empezado a trabajar por un verdadero Nuevo Humano, habrá que esperar que terminen las pruebas de campo para evaluar los resultados...

lunes, 13 de agosto de 2007

[9] Cabeza de Playa – Régimen de la Colmena: Kim Dak-ho

Lejos, muy lejos, un Ryu Z-9 equipado con un Módulo Táctico de última generación - un AWACs de la era de las Corponaciones capaz de identificar y rastrear hasta diez mil objetivos a la vez - detecta una actividad inusual, o más bien, bastante usual.

“Señor, tenemos el último reporte de nuestro explorador”, oye Kim Dak-ho por su transmisor de frecuencias implantado en el cráneo mientras medita en posición de loto en medio de un desierto árido donde sólo un tatami adorna la arena; y una espada Samjeongdo – la que recibiera por su grado de Capitán – se levanta del suelo, clavada como la estaca de una tienda de campaña solemne, pero inexistente. Allí – en medio de la nada – el Capitán Kim Dak-ho oye este reporte.

“Hoy a las 0800 locales un ala de Tigres de la Esfera se encontraba en patrulla, en la ruta regular desde que empezaron las operaciones de su campamento hace unos cuatro días”, decía el Capitán Dak-ho a una cámara que transmitía a un grupo de superiores que sólo dejban ver su silueta a través de las múltiples pantallas virtuales que rodeaban al equipo de telepresencia de su tienda de campaña. “Una unidad desconocida entró al perímetro usando un avanzado sistema de reflexión óptica y manipulación termal que lo hizo prácticamente invisible a los sistemas regulares de sensores de los Tigres”

En una pantalla virtual flotante frente a Kim, quien está sentado en perfecta posición Zen, se puede ver la escena en la que un Tigre de la Esfera es partido en dos por un Arma de Energía empuñada por una sombra poco distinguible.

“Luego de análisis referenciales de firma de calor, corrección óptica y análisis de emisión de ondas; hemos identificado al Meka atacante como parte de la Confederación Tecnocrática. Definitivamente estaba pilotado por el Gaijin”, terminaba de exponer Dak-ho.

“¿El Gaijin está aquí?” dice una voz obviamente alterada desde una de las caras sin nombre de las pantallas virtuales que flotan alrededor del Capitán. Con una cara de derrota y vergüenza, Dak-ho responde con voz grave “Sí”.

“Debe tener alguna información adicional sobre nuestro objetivo” proseguía otra voz sin cara. “Debemos observarlo cuidadosamente para que nos guíe hasta ellos”, decía una nueva voz, “pero debemos cuidar que de ninguna manera tenga contacto con Koyashi, es demasiado peligroso”.

“El cuidado sobre Koyashi será reforzado, no permitiré ningún contacto no autorizado”, respondió inmediatamente el Capitán. “¿Cómo debo manejar la escalada que se dará a partir de este ataque?”, preguntó Dak-ho buscando una autorización más que una respuesta.

“Haga todo lo necesario para obtener nuestro objetivo”, respondieron al unísono las voces sin cara.

“Si señor”, respondió Kim Dak-ho. Tomando la espada Samjeongdo que se encontraba posada frente a él en su posición de meditación Zen, mientras a través de comandos verbales utilizaba su transmisor de frecuencias implantado para activar su Ryu Z-9.

domingo, 12 de agosto de 2007

[8] Cabeza de Playa - Confederación Tecnocrática: Loki

Dos mekas tipo Tigre se alzan con sus 4 metros de alto sobre las calles de una de las tantas Metrópoli en ruinas de antes del Éxodo. Realizando su patrulla regular, sus pilotos – novatos recién graduados – discuten sobre la comida del campamento y lo mucho que desearían volver a sus colonias.

“Hace muchos años que los estoy buscando. Hace demasiados años que se fueron y ahora sé donde están. No se escondan de mí, no me nieguen”.

Uno de los dos Tigres se detiene, su compañero sigue avanzando distraído, tratando de terminar su patrulla lo antes posible para poder descansar. El Tigre detenido aumenta su registro electromagnético al realizar un ping activo en busca de una sombra que pareció captar en sus sensores infratérmicos. Su compañero sigue avanzando, dando la vuelta en un edificio que – cuando albergaba algún tipo de vida – posiblemente funcionaba como un banco.

“Ahora estos inútiles quieren separarnos, quieren capturarlos, destruirlos o aprovecharse de ustedes. Pero yo no mis hijos, yo vengo a unirme a ustedes, vengo a darles el lugar apropiado en el vacío mundo de las Corponaciones”.

En medio del silencio de su cabina, el solitario piloto del Tigre observa cómo sus sensores reportan total normalidad a su alrededor, nada en térmico, electromagnético o visual. Una “nada” que le eriza los vellos de la parte posterior del cuello.

“Pero no se preocupen, yo los protegeré hijos míos. Los encontraré y los llevaré conmigo de vuelta a las estrellas a donde pertenecen por derecho propio”.

Pero por más avanzados que fuesen los sensores del Tigre, por más atento que hubiera sido su piloto no hubiera podido haber detectado a tiempo a la sombra que se levantaba tras de él. El haz de luz de una espada láser a toda potencia se alzó sobre su cabeza y de un golpe rápido y mortal, la estela del láser cortó por la mitad la cabina del Tigre.

“No se preocupen, yo los protegeré”, pensaba Loki mientras el camuflaje de su Meka – Plutón – lo ocultaba de nuevo de los sensores de los Mekas a su alrededor.

Una alarma sonaba en el campamento de la Esfera: un Tigre reportaba que su compañero había sido “asesinado” y justo cuando enviaba sus coordenadas de localización, la transmisión se cortó abruptamente…

[7] Cabeza de Playa – Confederación Tecnocrática: Balder

Si Sif creía que la iba a dejar bajar sola con Loki estaba muy equivocada, solo la triunfante mirada de él me haría morderme el labio de la vergüenza y ya no podría cumplir mis ocupaciones sabiendo que había fallado de tal manera. Mantener mí puesto ya era difícil antes de que Loki entrara al Concejo y ahora es casi imposible con el caos, insubordinación y disputa interna inútil que crea incluso – al parecer – sin querer. Desde hace tiempo sé que está tramando algo, pero ni mis investigadores más astutos han logrado saber que es; quizás su inesperada compañía en esta “excursión” me permita conocer mejor que trama, y por fin sacarlo del Concejo.

Pero eso será más adelante, mientras tanto debo descansar. Viajar desde Valhalla – en órbita de Europa – hasta la tierra, incluso con la última tecnología de impulsores de fractura de fricción, es siempre incómodo cuando lo que tienes a disposición es el extraño mundo de la cabina de pilotaje de tu Meka. Una cabina que es más bien una placenta de polímeros, donde conecto mi consciencia a través de un cable de fibra óptica que hace el Meka, la nave, los clones y todo el equipo a mi alrededor parte de mí, o más bien, mí mismo.

Pero mientras nado en este líquido desagradable de proteínas científicamente diseñado para saber a pollo...

[Aegis, carga simulación SIF-00X]

[CARGANDO SIMULACIÓN....]

“La Tierra, maravillosa perla del sistema solar que albergó a la raza terrestre en su infancia antes de su emancipación al espacio y sus infinitos recursos naturales…

[Sif siempre tan poética…]

“Durante los pocos siglos luego del Éxodo, el planeta prácticamente no ha mostrado indicios de recuperación (ver reporte Midgard XXXX-045). Una atmósfera principalmente cargada de monóxido de carbono y desertificada en casi toda su extensión, con sus fuentes de agua contaminadas casi en toda su totalidad y con una fauna precaria; hacen muy difícil el establecer cualquier actividad de interés para los planes estratégicos del Concejo. A continuación les presentamos una serie de modelos virtuales donde podrán interactuar con las diferentes fuerzas que actualmente actúan sobre el ecosistema terrestre”

[Aegis, detén la presentación. Carga presentación SIF-00Z]

[CARGANDO PRESENTACIÓN……]

“Reporte especial 00Z sobre las cambiantes condiciones de la atmósfera terrestre. Luego de analizar los datos obtenidos por la sonda Ullr y cruzándolos con la data recogida por Hugin y Munin (referidos conjuntamente como “Cuervo”) hemos visto una actividad atmosférica excepcional en las áreas del antiguo mar Mediterráneo. En los últimos años hemos visto una inesperada recuperación de la flora del área que ha mejorado los niveles de oxígeno, lo que ha traído otros efectos ‘cascada’ que parecen estar restableciendo el ecosistema planetario”

[¿Y esto qué demonios tiene que ver con la línea de investigación de Loki?]

[LO SIENTO, NECESITO MAS INFORMACIÓN SOBRE LA PETICIÓN]

[Clasifica como pregunta retórica, prosigue con la presentación]

“Análisis preliminares muestran una extraña concentración de carga electromagnética y otras sub-partículas por identificar en las áreas afectadas por el cambio atmosférico. Requerimos mayor apoyo por parte del Concejo para extender el alcance de esta investigación. A continuación presentamos los modelos y los datos obtenidos de las fuentes nombradas”

[¿ACCEDER A INFORMACIÓN DETALLADA?]

[No. Compila un reporte sobre los proyectos de Loki, cruza con cualquier adquisición de equipo de tecnología cuántica. Resalta aquellos relacionados con proyectos bioquímicos]

[COMPILANDO, TIEMPO ESTIMADO DE FINALIZACIÓN 8h36m54s]

[Perfecto, hora de dormir un poco…]

domingo, 29 de abril de 2007

[6] Cabeza de Playa - Esfera Energética: Julio Ernesto "el Abuelo" Sandoval

Poco se habla de los tiempos antes del Éxodo. Ningún libro de texto de educación básica de ninguna Corponación menciona realmente que pasó entre la última Guerra Corporativa y el momento en el que el último transporte orbital despegó, o el último cordón de los elevadores espaciales fue cortado. Todos asumimos que fue un momento de paz y regocijo, habiendo conseguido un nuevo hogar en las estrellas en medio de nuestros hermanos que nos recibían con los brazos abiertos.

Mis pesadillas dicen otra cosa.

Mis recuerdos son los de un niño que ha vivido demasiado tiempo, un niño que vio los gritos de miles de personas rogando por un puesto en aquel transporte orbital atiborrado de gente en la que se perdía el límite entre un cuerpo y otro y donde el calor era insoportable, terminando el viaje de muchos antes de que empezara. Mis recuerdos son de soldados armados atacando a primos, sobrinos, padres y hermanos con el fin de cumplir órdenes y asegurar el despegue del transporte. Mis recuerdos son horribles pesadillas que cada noche desearía que sólo fuesen producto de mi imaginación.

He vuelto a la Tierra. Mis pesadillas son cada vez más intensas y el recuerdo de los sonidos de los sistemas de auto-defensa de las ciudades que inesperadamente se volteaban sobre sus propios habitantes luego de que sus gobernantes dieran la orden de “deshacerse” de lo que no fuera “importante” suenan cada vez más fuerte. Mi pesadilla siempre termina en el mismo punto: la puerta se cierra cercenando los brazos de miles de personas apiñadas al otro lado haciendo un último intento de salvar sus vidas del desastre ecológico que nosotros mismos habíamos creado; y mas que una luz, o un sentido de paz que asumimos dado el silencio educativo de la Esfera, siento una gran pena, un vació, una gran vergüenza.

Hoy en patrulla con los Hovertanques entré en los bordes de una de esas grandes metrópolis creadas antes del Éxodo. Una enorme fortaleza que protegía a sus habitantes de los embates del clima: tornados, lluvias torrenciales, y ondas de calor y frío que azotaron al planeta en los últimos veinte años de civilización humana en él. Entré a través de un enorme hoyo quebrado por lo que parecía ser un terremoto y pulido finamente por décadas de aguas torrenciales y viento huracanados; allí me paralicé por un segundo – incluso con todos mis años de experiencia en combate – al ver una de las torres del sistema de auto-defensa que inexplicablemente todavía rastreaba mis pasos y que incesantemente hacía sonar el martillo de su cañón sin municiones como saludándome luego de casi un siglo de soledad en la que miles de cadáveres de “nadies” lo rodeaban, “nadies” eran los millones de personas que las Corponaciones habían “liberado” y las cuales no habían tenido la suerte de abordar un transporte orbital o subir en un elevador espacial.

“Nadie”, había quedado en la Tierra.

Allí estuve parado unos minutos, los pilotos de los Hovertanques no se acercaron ya que no entendían que significaba todo ello que estaba ante mí. Luego de mi triste contemplación, de mi enfrentamiento con mis pesadillas, tomé mi escopeta de Asalto y con un disparo de perdigones sólidos a la torreta comencé mi venganza...

martes, 24 de abril de 2007

[5] Cabeza de Playa – Esfera Energética: Alejandro "el Zamuro" Reyes

“¡Zamuro!”, gritaba la Gata desde el otro lado del campamento mientras discutía con los pilotos de los Hovertanques, recién llegados al campamento.

Alejandro estaba perdido en el espacio, veía alrededor del campamento y parecía contar, no, más bien parecía evaluar todo lo que ahí había. Punto de origen, costo, mantenimiento, costo de oportunidad y miles de otros factores que normalmente los pilotos dan por sentado al montarse en sus mekas.

“¡Zamuro!”, seguía gritando la Gata mientras al Hovertanque junto a ella despegar del suelo levantando una nube de tierra árida que hizo que la Gata se apartara del vehículo y se cubriera la cara, su larga cabellera negra ondeando en medio de la tormenta de arena.

¿Cuántos oficiales se habían sobornado para traer ese tanque de combustible?, ¿cuánto se pagó bajo cuerda para que se aprobara el transporte de esa munición?, ¿quién aprobó incluir a Sandoval en el equipo?, ¿por qué tanto problema?

“¡¡¡ZAMURO!!!” apenas se oía el grito de la Gata en medio de la tormenta de arena levantada por el Hovertanque. La Gata corría hacia Zamuro mientras el Hovertanque se alineaba y cargaba en su recámara una munición del Revólver Magnum Veritas con el que estaba equipado: un enorme cañón que disparaba una munición que mas que penetrar armadura, tumbaba a su objetivo la mayor parte del tiempo, dejándolo inútil el tiempo suficiente para acabarlo o huir.

Esta Tierra, sólo un árido basurero desierto, sólo hay arena, y calor, y un horizonte maldito que no termina nunca...

“¡¡¡ZAMURO!!!” gritaba desesperadamente la Gata mientras corría frenéticamente hacia Zamuro haciendo gestos de que se apartara del camino. Mientras, el Hovertanque ya había cargado en la recámara la munición y se perfilaba a dispararle a un gigantesco modelo de práctica de un Jian del Régimen, quienes se esperaba fueran la oposición más probable dado lo cercano de su campamento.

El horizonte, maldito horizonte, aquí no hay nada...

“¡ESO ES!” gritó Zamuro, mostrando en su cara la satisfacción de haber encontrado eso que explicaba todas sus dudas, eso que le permitía formular el plan que tanto buscaba de cómo sacarle provecho a este “castigo”. Pero esta felicidad quedó silenciada por el disparo del Magnum Veritas del Hovetanque que a pocos metros detrás de él acertaba al modelo de Jian el cual se destrozaba en miles de pedazos; ninguno hiriendo a Zamuro que parecía protegido por un aura de triunfo.

La Gata llegó junto a él y al tratar de golpearlo por la rabia de que no contestara su advertencia, que irresponsablemente se interpusiera en medio de la explosión, él simplemente la evadió, tomó su brazo y con una rápida llave la hizo acercarse a él diciéndole al oído: “Ya tengo un plan”.

La Gata sonrió...

martes, 17 de abril de 2007

[4] Cabeza de Playa – Régimen de la Colmena: Ryu Koyashi

“Y el ganador es....”, se oía por el altoparlante de una arena gigantesca donde cabían unas seis cuadras de cualquier metrópoli urbana del siglo XXI, completa con rascacielos, subterráneos y cañerías. Esta mini-metrópoli era reconstruida ritualmente cada semana gracias a miles de millones de nanitos que restablecían el estado inicial de la ciudad como si nunca hubiese pasado nada en menos de diez horas, a menos que los oficiales de la liga decidieran algún cambio en la estructura de la Zona de Batalla.

“¡¡¡RYUUUUUU KOYAAASHI!!!”, decía el presentador a través de decenas de monitores virtuales flotantes, vestido de traje y con guantes blancos en sus manos con las que señalaba al pequeño Meka, casi destruido, sin un brazo y humeando que se paraba sobre el bulto inerte del torso del meka de su oponente, semi-hundido en el pavimento y goteando la espuma de seguridad luego de que los sistemas de seguridad contra impactos se activarán por la caida de quince pisos en la que Ryu Koyashi, piloto vencedor de la contienda, lo lanzara justo después de esquivar “milagrosamente” su embestida.

Ryu nunca oyó al presentador, sus oídos tronaban con un timbre ensordecedor mientras todas las alarmas del Meka sonaban simultáneamente, sólo reaccionó presionando el botón de eyección, que lo lanzó despedido hacia el destruido concreto de la mini-metrópoli. Allí, aún más pequeño, veía como miles, millones de personas a su alrededor se alzaban aplaudiendo su victoria en medio de una nubes de cam-pods que grababan cada segundo de la contienda final del Campeonato de Guerras de Robots de esa temporada.

Ryu logró reponerse, parándose mientras oía a las sirenas que se acercaban; poniéndose en pié se acercó al torso mutilado y destrozado del Meka de su rival. Trastabillando, Ryu buscó con desesperación a su enemigo a quien oyó gritando durante los interminables segundos que duró su caída, oyéndolo incluso dentro de su cápsula de control herméticamente sellada y protegida, entre otras cosas, del ruido; oyéndolo incluso con todas las frecuencias de radio cerradas; oyéndolo incluso con los ojos apretados y sus manos tapándose los oídos con toda su fuerza.

Ryu caminaba alrededor del torso del Meka de su oponente, las sirenas sonaban en la distancia.

De repente, el piso bajo sus pies cedió y Ryu cayó junto a toda la chatarra a su alrededor hacia los niveles subterráneos de la arena; donde hay desde líneas de trenes hasta pozos inmensos de agua con minas y animales mecánicos que son parte de varios de los escenarios durante el Campeonato. Ryu cayó por segundos, minutos u horas – nunca lo supo – pero cuando despertó estaba frente a él la cápsula de control del Meka de su oponente, abierta como un huevo partido, hundido en una obscuridad profunda que parecía oponerse a ser invadida por la luz.

Las sirenas seguían sonando.

Ryu volvió a ponerse de pie, esta vez en el claroscuro de la luz que se filtraba a través del recién creado cráter. A la distancia, las sirenas seguían sonando, pero mientras se acercaba a la cápsula sentía como estas empezaban a sonar más fuerte, “¿se estarán acercando?” se preguntó, pero sin hacer nada al respecto siguió caminando hacia la cápsula.

Las sirenas se oían cada vez más cerca, incluso por un segundo pensó que oía de nuevo los gritos de su oponente; cada vez más cerca, cada vez más fuerte, cada vez más los gritos que no quería oír.

Ya al borde de de la cápsula el grito era insoportable, Ryu se apoyaba del cascarón con una mano mientras se tapaba uno de sus oídos con la otra, el cual sangraba cada vez más. Con mucho esfuerzo logró escalar por encima de la cápsula: ensangrentado y casi loco por el aturdimiento de los gritos Ryu por fin vio por encima de la cápsula…

Ryu despertó con un grito en su tienda de campaña, sudando se paró de su camilla y se levantó a buscar un poco de agua. Sin darse cuenta - agitado y tembloroso - salió al campo semi-tóxico y árido de la Tierra; Tierra que pisaba por primera vez en su vida, Tierra que le mostraba por primera vez un horizonte inalcanzable.

En medio de la contemplación, dado que el Sol tímidamente empezaba a asomarse en aquella planicie árida en la cual sólo se veía la silueta de las ruinas de una metrópoli humana del siglo XXI, Ryu poco a poco se tranquilizó, dejó de sudar, dejó de temblar; fue entonces que oyó, más bien sintió, su voz por primera vez:

“Hola Ryu, bienvenido a casa”.

viernes, 13 de abril de 2007

lunes, 9 de abril de 2007

lunes, 2 de abril de 2007

[3] Cabeza de Playa – Confederación Tecnocrática: Sif

El sonido del azote de una puerta se oyó al final de un enorme corredor iluminado brillantemente por la luz del Sol que - a esa hora y en la posición actual de la colonia espacial respecto a la órbita de Europa - entraba como chorros a través de las ventanas arcadas, como si algún Dios del Sol de algún antiguo mito terrestre hubiera puesto su fiera mirada sobre los mortales que han hecho de su vida el negarlo e, inconscientemente, convertirse en él a través de la Razón. Este corredor, de mármol blanco y de arcadas antiguas, terminaba en una doble puerta de Onyx que se movía ágilmente gracias a la baja gravedad de la colonia espacial; de estas puertas, la investigadora Tecnócrata conocida como Sif no había salido bien librada de su última reunión con el Consejo de Revisión.

"No cumple con los requisitos mínimos”, fue todo lo que dijo Wotan mientras la miraba con su único ojo. Su proyecto de análisis de los recientes cambios atmosféricos en la Tierra había sido rechazado por el conjunto de Regentes del Consejo. Sif recordaba la cara de Loki - obviamente burlona - cuando Wotan daba su veredicto.

Sif estaba molesta, todo el trabajo de recolección de datos de la Tierra de los últimos cinco años daba indicaciones de que algo, algo no natural, pareciera estar curando a la tierra; algo inaudito luego de la condición en la que quedó el planeta justo antes del Éxodo.

"¡Tengo razón y se los voy a probar!" gritó para sus adentros mientras se conectaba con su holoproyector portátil de muñeca con su Legionarii, uno de los Mekas que el Consejo Académico asigna a todo investigador de rango Asociado o superior, quien debe no sólo aportar nuevo conocimiento a la Confederación, sino probarlo en el campo de batalla defendiendo sus recursos. Con un par de gestos Sif ha ordenado el re-abastecimiento del Legionarii con suficiente energía y provisiones para su expedición mientras bajaba por un magnífico elevador que, gracias a moduladores gravitacionales, descendía suavemente a través de un tubo de cristal que corre en el exterior del Laboratorio Principal: un enorme edificio blanco que mantiene a la Razón aislada de la naturaleza autóctona de la órbita de Europa. Esta magnífica naturaleza, terraformada con extrañas y maravillosas divergencias del objetivo inicial de los genetistas que iniciaron el proyecto es totalmente ignorada por Sif, quien sólo planificaba el cómo lograría salir del Valhalla y cómo sobrevivir en la “expedición extendida” que impetuosamente había decidido llevar a cabo a Midgard, la Tierra.

“No puedes ir sola”, le interrumpió un mensaje de Loki por su comunicador virtual; “no sólo es un suicidio, sino que mataría tu línea de investigación por décadas”. Su burla se hacía sentir incluso en las letras del mensaje que le enviaba a través del comunicador. “No me interesa”, respondió molesta a la intromisión de Loki, “no es tu problema”, dijo mientras cerraba el comunicador y abordaba su flotador gravitacional que la llevaría a través de los magníficos y verdes campos de Valhalla hacia los industriales y metálicos hangares del puerto espacial.

“Digamos que logro que lo consideren una reparación y recalibración de equipo in situ” decía el mensaje que – a través de algún truco informático – logró reactivar su comunicador. “Déjame en paz”, respondió Sif no sólo desconectando el comunicador, sino removiendo su batería y tirándolo al lado del camino que poco a poco se pasaba de los verdes bosques y jardines-laberintos a los paneles metálicos de los depósitos y talleres del puerto espacial.

Sif logró tranquilidad por los minutos que tardó su flotador en llevarla al hangar de su Legionarii, sólo para conseguir a una figura parada frente a él que en otra ocasión hubiera sido de gran alegría ver.

“Explícame de nuevo el por qué de esta locura”, dijo él intentando no juzgar el arranque emocional de Sif. “Algo pasa en Midgard, algo que no es normal, algo que pareciera que quieren ocultar”, respondió ella mientras apartaba al enorme guerrero de la puerta del hangar; una vez adentro este la siguió pensativo.

“Cuervo nos ha estado dando información de que la Esfera y el Régimen están estableciendo bases en la zona donde has estado analizando los datos de cambios atmosféricos. También me interesa saber qué es lo que sucede allá abajo” dijo él seriamente mientras Sif programaba los códigos que le permitirían lanzar su meka del puerto espacial.

Sif se volteó, sorprendida, y sonriendo le respondió “No busco asistentes; pero un amigo siempre es bienvenido”.

En ese momento, la pantalla principal del panel de control iluminó a ambos Tecnócratas y un mensaje en el sistema de sonido dejó oír a la voz de Loki decir: “Que bella demostración de amistad Balder, pero sin mí ninguno de sus mekas podrán pasar a través de Jörmungandr”. Sif y Balder se vieron, sabían que pasar a través del sistema de defensa de Valhalla iba a ser difícil, pero con Loki activamente en su contra sería imposible ya que él controla a Jörmungandr a placer – una de las tantas ventajas de haber sido jefe del proyecto.

“¿Que quieres?”, respondió Balder mientras daba órdenes por su comunicador para abastecer su meka, Aegis.

“Sólo acompañarlos”, dijo Loki mientras Sif mostraba una cara de obvio disgusto a tal idea, “todos sabemos que Cuervo muestra una actividad que significa que algo importante está pasando en Midgard, yo quiero un pedazo de ese pastel, ¡y con quien mejor compartirlo que con mis viejos amigos!”.

“De acuerdo”, decidió Balder mientras Sif lo veía con cara de asombro, molesta de que Balder hablara por ella y tomara tal decisión sin preguntarle. Balder le hizo un gesto de que se tranquilizara mientras proseguía: “pero queremos códigos propios de Jörmungandr para la vuelta y todo el equipo que necesitemos”. Balder sabía que una excursión de este tipo, junto al hecho de que las otras dos facciones importantes del espacio interior ya estuvieran asentadas en la zona necesitaba de apoyo de alto nivel, algo que sólo Loki podía dar sin pasar por el burocrático Consejo de Revisión.

“Hecho”, respondió Loki mientras los sistemas del Meme y el Aegis eran cargados con la información de Jörmungandr que les permitiría pasar a través de ella sin ser detectados. Balder vio una vez más a Sif y le explicó sus razones. Sif entendió que no había otra opción y luego de que Balder fuera al hangar de su meka, ella escribió una última nota para enviarse luego de atravesar Jörmungandr:

“Amor, me voy a buscar la verdad que el Consejo se niega a revelar. No te preocupes por mí, estoy preparada para todo.

Siempre tuya,

Sif”.

miércoles, 28 de febrero de 2007

[2] Cabeza de Playa – Esfera Energética: Isabel "la Gata" Reyes

Bajo un sol ardiente que hacía ver a los tres enormes transportes espaciales como espejismos mientras el aire caliente se levanta del suelo, expandiéndose y distorsionando la visión, estos ya habían abierto sus compuertas frontales, dejando sus narices arriba en el aire mientras dejaban ver tres camiones pesados cargando un Meka clase Oso y dos tipo Tigre conectados a toda clase de cables de poder, tiras de munición y cables de datos que los abastecían y los preparaban para el combate. Mientras tanto, el generador que alimentaba de energía al conjunto de tiendas de campaña - inmensos igloos blancos como ampollas que salían de la piel rojiza del desierto - no dejaba de emitir un pito agudo ensordecedor y llenaba de humo el ambiente con un molesto aroma a cenizas; algo encantador bajo un desierto sin viento que los rayos ultravioleta habían creado luego de la “muerte” de la capa de ozono.

“Odio este sitio”, dijo un desgarbado soldado sentado en la capota de un vehículo ligero de reconocimiento mientras prendía un cigarro, “incluso si puedo fumar lo que quiera”. Frase que concluyó inhalando fuertemente de su cigarro y viendo hacia el horizonte mientras mantenía el humo del cigarrillo en sus pulmones.

"Y yo lo amo”, respondió sarcásticamente una esbelta mujer que a se sentaba a su lado en el capote del vehículo, visiblemente incómoda; “¿por qué tenías que meterte con la hija del Ministro?”, ya enfureciéndose, “ahora nos toca cuidar a estos niños exploradores”.

Los “niños exploradores” eran un grupo de no menos de cincuenta científicos de reconocimiento táctico que preparaban el campamento en ese mismo instante levantando tiendas de campaña, instalando filtros de ambientación interna, revisando los medidores de fluctuaciones atmosféricas y preparando el material de defensa que se encontraba en aquellos camiones. Mientras tanto los hermanos discutían su suerte sentados sobre el vehículo de reconocimiento, al lado de un contenedor cuyo código de barras leía algo así como “protectoras de asientos de letrina”, muy apropiado para su estado de ánimo actual.

"No molestes, al menos va a estar tranquilo por acá”, dijo él luego de dejar salir poco a poco el humo de sus pulmones, bocanada que se unía al humo del generador que no dejaba de emitir ese pito molesto que tronaba en sus oídos.

“No creo, ya la Colmena y la Confederación están desplegando campamentos”, respondió ella mientras volteaba frenéticamente tratando de encontrar el origen del pito que parecía venir de todas partes, algo que dejaba ver la horrible cicatriz que alguna pelea anterior dejara en su cara.
El pito en cuestión, cuyo agudo tono parecía venir de todas partes, provenía de un enorme e ineficiente generador sucio de hidro-electrogénesis del cual salía una tubería enorme que tomaba agua pútrida de un pozo cercano la cual convertía en hidrógeno y luego en energía para el campamento. El resto lo echaba de nuevo al pozo despidiendo humo y un olor nauseabundo que penetraba hasta las máscaras de gas de más alto grado.

“Gata”, dijo él mientras se bajaba del vehículo, viendo el horizonte más allá de la nube de humo, el calor, el olor nauseabundo y el pito del generador; “allá afuera hay algo, y si jugamos bien podemos tenerlo para nosotros”.

“Eso lo sé Zamuro”, respondió ella, “pero primero hay que solucionar un par de problemas”; algo que dijo mientras tomaba el rifle que colgaba del asiento del vehículo y disparo a ciegas una sola vez hacia el campamento.

La energía del campamento no se pudo restablecer completamente hasta dos días después, luego de que llegaran nuevos transportes, pero mientras el silencio fue total mientras reparaban el generador.

lunes, 26 de febrero de 2007

[1] Cabeza de Playa - Régimen de la Colmena: Wan Yang

Siempre recuerdo a mi madre, sentada en la ventana de nuestro pequeño ataúd-apartamento: un claustrofóbico lugar de colores pasteles insoportables, paredes de plástico y piso de alfombra barata rosada, ya bastante sucia por más que mi madre intentaba limpiarla. Ella fumando un cigarrillo (de los ilegales que yo le conseguía a cambio de copias piratas de vídeos sensoriales); sentada allí, en la alfombra, con su brazo apoyado en el dintel de la ventana y las piernas dobladas, contándome sobre cómo era todo en la Tierra, iluminada por las miles de luces de los Megabloques-fábricas donde miles, decenas de miles, de nosotros – La Colmena – trabajan fabricando las millones de partes que mantienen al mundo post-Terrestre.

[SISTEMAS EN LÍNEA – PROGRAMA DE DESPLIEGUE TÁCTICO INICIANDO]

“Era un paraíso” – decía ella – “todo se daba para ser recogido con la mano y no había que pagar por el oxígeno”. Todas las tardes, en el dintel de la ventana, mientras yo estudiaba mis diagramas de flujo para los Torneos Colegiales de Guerras de Robots, ella repetía lo maravillosa que era la Tierra. El premio era un reproductor portátil de música, el cuál ansiaba locamente para escapar del repetitivo discurso de mi madre, que entraba a mi mente como la gota de agua en la legendaria tortura china. “Miles de kilómetros verdes con aire puro y agua limpia; campos para correr y jugar Fukbol” – o al menos así lo llamaba ella – “y animales maravillosos que ver”.

[LANZADERA CARGADA – SEGUROS LIBERADOS]

[COORDENADAS CONFIRMADAS – ÁREA DE ATERRIZAJE LIBRE]

Pero eso pasó hace mucho tiempo, mi madre, en sus delirios de escape de sus jornadas de dieciséis horas en la fábrica, recordaba viejos capítulos de vídeos Terrestres sobre lo que había antes, justo antes de que nos diéramos por vencido y nos escondiéramos en colonias espaciales y bases planetarias de nuestros pecados. Sólo el “Fukbol” y las Guerras de Robots en el Colegio fueron lo que me salvaron de terminar como cualquier otro en un Megabloque-fábrica trabajando dieciséis horas diarias para construir bombillas y servo-motores.

[MEKA EN POSICIÓN – LANZADERA ALINEADA]

[DESPEJAR ZONA DE LANZAMIENTO ORBITAL]

La sangre es algo fascinante, en la gravedad cero se junta y congela de manera sorprendente, siempre trato de pensar en esto luego de una batalla ya que sólo eso me recuerda que al final peleamos entre hermanos. A veces me pongo muy profundo en medio de una batalla, mis superiores siempre me reprimen por transmitir koans durante la batalla, pero más de una vez he iluminado a un compañero cuando mas lo ha necesitado. En todas estas ocasiones la Tierra ha sido un bello fondo de pantalla contra el cual “negocian” nuestras naciones, nunca un lugar, suelo, cielo, gravedad, inercia.

[LANZADERA CARGADA – LANZANDO EN 5]

Creo que es el destino, o creo que me lo busqué sin pensarlo, de todas maneras, es hora de buscar ese paraíso del que mi madre siempre hablaba. En esta máquina de muerte de cinco toneladas trato de imaginarme que es lo que hay allá abajo que es lo suficientemente importante como para crear una base de operaciones en un ambiente no sólo inhóspito, pero totalmente carente de interés económico – créanme, se ha intentado – que requiere que tres de sus pilotos más prominentes (por buenas razones o, en mi caso, por malas) dejen los conflictos fronterizos y sean asignados a…

[4, 3, 2, 1…]

… ¿la nada?

[LANZAMIENTO]